Una hermosa canción un pequeño milagro gracioso, destila el fonógrafo mientras yo estoy callado. Y ante el asombro de todos quito la silla de debajo de mí y me quedo sentado en el vacío.
Delante de mí hay una chica de dientes feos y mirada huidiza. Está callada. -Los dos sabemos lo que siente el uno en el interior del otro y con fuerza de leones se besan nuestras almas.
Ella se eleva por el aire y yo también, suspendidos sobre las mesas nos hacemos amigos. Y acompañados de estruendo y aplausos, por encima del milagro de la canción nos entrelazamos y salimos del café girando carruselmente.
Yummie!
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